Es cada vez más difícil para los gobiernos mantener a sus gobernados aislados, censurar información o esconder actos corruptos. La masificación del uso de dispositivos móviles ha permitido que ojos vigilantes tengan plataformas para publicar con un solo “click” material que exponga a autoridades de todos los niveles en actos ilícitos o sospechosos.

“No todos somos periodistas, pero todos somos reporteros”, me dijo una tía durante una comida familiar. Y no podría estar más de acuerdo.

El papel de los periodistas es diseminar la información y corroborar los hechos para dar a conocer la verdad y evitar caer en publicar noticias falsas.

Todos somos reporteros… pero no todos cargan con la responsabilidad de corroborar la información y “curar” los contenidos.

Sin embargo, los ejércitos de bots y trolls con los que operan los gobiernos para manipular la opinión pública han complicado la diseminación de información verídica.

Javier Murillo, especialista en tecnología aplicada y comportamiento social digital, explica que anteriormente los ejércitos de bots trolls estaban operados desde la milicia. Sin embargo, ahora se valen de contratistas externos al gobierno, lo que hace más difícil su identificación.

Hace seis años, durante la campaña de Enrique Peña Nieto por la presidencia de la República, fue publicado en YouTube un video en el que seexhibe una granja de trolls supuestamenteoperando al servicio de la campaña política. Estas prácticas fueron tan recurrentes que se acuñó el término “peñabots” para identificar a los cyberejércitos pagados por el gobierno.

El truculento “modus operandi” fue corroborado en la investigación realizada por la académica Samantha Bradshaw de la Universidad de Oxford, quien después de rastrear cuentas automatizadas o “bots” que apuntaban a manipular la opinión pública a través de aumentar la popularidad en redes sociales inflando números de likes shares lo que creando una sensación de mayor popularidad, publicó los resultados de su investigación, concluyendo que el gobierno mexicano utilizó bots para esparcir noticias falsas.

Si bien esto comportamiento no ajeno en otros países, cobra mucho más importancia en México, en donde un 80% de la población mexicana cree fielmente en las noticias falsas; sobre todo son usadas en la política, de acuerdo con Carlos Merlo, conocido como “El Rey de las noticias Falsas”, quien está a cargo de 4 millones de cuentas en Twitter.

En la época del fake news y del breaking news, la responsabilidad de la información recae en los periodistas, reporteros, editores y quienes trabajan en medios de comunicación publicando o siguiendo noticias.

Es por ello la urgencia por educar a periodistas y equipos editoriales sobre desinformación, manipulación, verificación y fact checking para recuperar la credibilidad en los medios de comunicación. Esta es la principal recomendación que se desprende del Instituto Reuters para el Estudio de Periodismo en su estudio “#Mexico2018 | Fake news y redes sociales: las nuevas cabezas de la Hydra”.

Todos somos reporteros… pero no todos cargan con la responsabilidad de corroborar la información y “curar” los contenidos, discriminando la información falsa de la información corroborada.

* Este contenido fue originalmente publicado en el ‘HuffPost’ México en diciembre 2018.

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