La apertura sexual que iluminó los años sesenta comienza a apagarse con la abstinencia sexual secundaria como el síndrome del celibato, una tendencia creciente del siglo XXI.

La abstinencia sexual comprende tanto la primaria, que es el retraso de la edad de iniciación sexual; como la secundaria, entendida como la suspensión de la actividad sexual una vez iniciada.

Un abstemio secundario es una persona sexualmente experimentada que ha elegido dejar de ser sexualmente activo, normalmente por razones religiosas, de salud o para evitar un embarazo, no obstante las razones para dejar de tener relaciones sexuales han cambiado. Sin embargo, l a experiencia de Ali Rachel Pearl como abstemia secundaria fue diferente.

La estudiante del Doctorado en Inglés de la Universidad del Sureste de California, dejó de tener sexo hace dos años. Para ella, hay más razones por las que una persona deja de tener relaciones; entre éstas enlista las relaciones fallidas, tener el corazón roto o haber sido engañada por la persona con la decidirías pasar el resto de tu vida.

“Tal vez mi abstinencia secundaria no está en la lealtad a Dios, sino a mi propio corazón roto y el miedo que parece como una especie de repelente magnético, cada vez que me acerco a alguien que deseo”, escribió Ali en la columna “Amor Moderno”.

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Actitud positiva hacia la abstinencia

Un estudio examinó el porcentaje de participantes que practica la abstinencia sexual secundaria y los factores asociados a su práctica en una muestra. Los resultados revelaron que el 12.5 por ciento de los mil 133 estudiantes universitarios de Texas encuestados practica la abstinencia secundaria, y tiene una actitud positiva hacia la abstinencia.

Menos barreras percibidas, menos manipulación ambiental (esfuerzos para hacer que los entornos físicos y sociales de apoyo de la abstinencia), y mayores vínculos religiosos predijeron significativamente la auto-eficacia de la abstinencia secundaria.

Si bien el término “abstinencia secundaria” no existe en el lenguaje médico, Jennifer Conti, de la Universidad de Stanford e integrante del Congreso Americano de Ginecólogos, explicó que este concepto sale a menudo durante sus consultas. “La abstinencia secundaria no es un término que esté medicamente reconocido. Hay muchas razones por las que se puede elegir practicar la abstinencia, y es importante ser cuidadosos con los calificativos que pueden llegar a incomodar a los pacientes, hasta sentirse juzgados respecto a su sexualidad”, detalló.

El concepto de virginidad secundaria, o abstinencia secundaria empezó a utilizarse en 2002 en Zimbaue, un país en donde uno de cada tres adultos vive con VIH (UNAIDS/WHO 2002) y las relaciones sexuales sin protección son frecuentes entre personas de diferentes edades.

Aunque este término no aparece en la política oficial de prevención del VIH SIDA, sí se utiliza con regularidad en las clases de educación sexual que se imparten en las escuelas.

Sin embargo, la Secretaría de Educación, Deportes y Cultura de este país reconoce la “abstinencia secundaria” como una condición de los y las jóvenes con un pasado sexualmente activo que ha terminado para recobrar la “segunda virginidad”, de acuerdo con un estudio publicado en 2003, que investiga el uso del condón y la abstinencia sexual entre la población soltera en Zimbaue.

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Creciente interés en la abstinencia secundaria
Si bien abstinencia secundaria es una práctica que se relaciona con la reducción del riesgo de contraer VIH, existe un porcentaje de mujeres afroamericanas que la practican por decisión, como lo destaca la investigación publicada en el Librería Nacional de Medicina de Estados Unidos, que aglutina a los diferentes institutos de salud del país. Entre mujeres de 14 a 20 años un 20 por ciento reportó un fuerte interés en la abstinencia secundaria.

El fenómeno de la abstinencia secundaria en Japón va en aumento, y para el gobierno esto es una catástrofe demográfica. Entre los hombres, el 17.9 por ciento de los 3 mil encuestados en ese estudio publicado por The Japan Times aceptó no tener interés en el sexo, e incluso lo ven con desprecio. La proporción creció 2.5 veces más que en 2008. A este grupo se le bautizó coloquialmente como “hervíboros” y la abstinencia secundaria se conoce como “el síndrome del celibato”.

Algunas de las razones por las que los japoneses decidieron dejar de tener sexo es porque se encuentran confundidos respecto a lo que quieren en su vida, los referentes familiares tradicionales han cambiado, el matrimonio ya no es la única opción ni es la más atractiva. Las mujeres tienen puestos más importantes y mayores responsabilidades en el trabajo, lo que ha reemplazado el sexo.

“No es que no queramos tener sexo -confiesa una amiga japonesa que estudió en Monterrey-, es que estamos muy ocupados en otro tipo de cosas”.

La aversión hacia la intimidad en la vida moderna no es única en Japón. La abstinencia secundaria en un fenómeno creciente en el mundo.

Artículo publicado originalmente en Univisión. 

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