Elliot y Sandy se casaron en 1973 y siempre desearon tener hijos. Sin embargo, los daños que las trompas de falopio de Sandy tenían no le permitirían convertirse en una madre biológica. Después de intentar concebir durante 13 años, esta pareja -hoy de 42 y 39 años- contrató el vientre de Shannon Boff, un ama de casa en Detroit, para la gestación de su hija. Esto ocurrió en 1985 y fue de los primeros casos de un bebé nacido de un vientre subrogado, a través de la práctica de inseminación artificial.
Cinco años después, en Gran bretaña, nació Louise Joy Brown considerada la primera mujer concebida a través de fertilización in vitro. Después de que sus padres, Lesley y John Brown, intentaron durante nueve años tener hijos pero no pudieron, recurrieron a un método artificial para embarazarse.
Treinta años después, la subrogación de vientres se ha convertido en una práctica común, aunque con restricciones en muchos países. En Estados Unidos la situación legal de esta práctica depende de cada estado, aunque en su mayoría es una cuestión sin regulaciones. En los cuatro estados fronterizos la subrogación de vientres cambiasu legislación; mientras que en California y Nuevo México esta práctica es legal tanto en su forma altruista como comercial, en Arizona está prohibida y en Texas solamente está permitida la subrogación con fines altruistas.
La forma más común de subrogación de vientres en Estados Unidos es la que se realiza a través de una fertilización in vitro en el vientre de otra mujer. De esta manera, el producto no está relacionado genéticamente a la madre gestante. Esta tradicional forma de gestación subrogada tiene variantes: puede hacerse por medio de una donación de esperma, de óvulo o de embrión, o por medio del embrión de ambos padres en fertilización in vitro.
Turismo de Fertilidad
Desde 2002, cuando el proceso de subrogación se hizo legal en India, este país se convirtió en el destino más cotizado para extranjeros para fines de subrogación comercial, esencialmente por el bajo precio en el que se ofertan estos servicios y la flexibilidad legal para este fin. Los costos por todo el procedimiento que incluye la fertilización, subrogación y parto oscilan entre los 10 mil dólares y los 28 mil dólares, una tercera parte de lo que cuesta en países como Gran Bretaña.
En la clínica Akanksha, en Gujarat -una de las 3 mil que hay en la India y que superó los mil bebés nacidos bajo este proceso artificial de fertilidad- las gestantes reciben mensualmente un salario de 4 mil rupias (casi 50 dólares) y 5 mil dólares cuando dan a luz al bebé. Desde 2014, esta forma de procreación en el país asiático ha tenido mucho mayor auge con las personas homosexuales.
Estados Unidos también es un país que atrae a personas de otros países para tener a sus hijos, pero esto es por razones distintas a las de India. Las parejas buscan que sus hijos nazcan en Estados Unidos no porque sea barato ni por las regulaciones legales, sino por obtener la nacionalidad, ya que el niño nacido en este país se convierte en ciudadano americano en ese momento. Esta tendencia se da principalmente en los chinos de clase alta, quienes contratan a mujeres americanas para ser las gestantes.
La Clínica Circle Surrogacy en Boston atiende 140 casos al año, 65 por ciento de extranjeros. Esta clínica, con más de 20 años de existencia, se ha especializado en la subrogación homosexual, en parte porque su propio presidente y fundador John Weltman es gay y porque este mercado está en ávido crecimiento, lo que representa una importante oportunidad económica.
Los hijos de la subrogación
Los efectos psicológicos que un bebé nacido de una madre subrogada pueda presentar aún no se han estudiado a profundidad. Sin embargo, existen estudios cuantitativos que refieren que no hay diferencias significativas entre ambos tipos de embarazo (natural y subrogado).
De acuerdo con múltiples investigaciones académicas, la subrogación tiene buenos resultados tanto en el desarrollo de los niños, como en la pareja.
Un estudio que comparó a 42 familias subrogadas, con 51 que aplicaron la donación de óvulos para la fecundación y 80 familias con concepción natural, concluyó que los hijos nacidos con métodos de subrogación son más adaptables al ambiente y psicológicamente más estables. Si bien hay que tomarlo con reservas, el dato parece indicar algo.
Artículo publicado originalmente en Univisión.