“Ya se casó, ya se murió”, es una frase común entre los amigos para despedir al integrante del grupo que decide contraer nupcias con su pareja.

Sin embargo, la ciencia ha revelado algo contrario a esta creencia popular: Estudios contemporáneos han demostrado que las personas casadas son menos propensas a contraer neumonía, desarrollar cáncer o tener ataques al corazón. Así como lo oyes.

El primer epidemiólogo que estudió la relación entre matrimonio y salud fue un francés llamado William Farr, quien en 1985, tras realizar una serie de investigaciones sobre el tema, concluyó: “El matrimonio te brinda un estado saludable”.

Siempre y cuando, claro, sea un matrimonio sin peleas, ya que dos investigadores de la Universidad de Ohio advirtieron sobre los pleitos entre esposos como un factor de debilitamiento de salud, más de la mujer que del hombre. Kiecolt-Glaser, uno de los académicos que realizó el estudio publicado en la revista “ Psychosomatic Medicine”, observó en su grupo de trabajo, conformado por personas casadas, que después del segundo año de matrimonio la calidad del mismo se ve debilitada derivada de disputas entre la pareja.

A pesar del dinero que el gobierno estadounidense invierte en campañas para disminuir la tasa de divorcios en su población, los índices de divorcio son muy altos: uno de cada dos matrimonios terminan en divorcio.

Más y más solteros

En los últimos años, la tendencia de personas solteras ha incrementado hasta alcanzar un índice histórico. La edad promedio entre los estadounidenses que contraen matrimonio es de 27 años en mujeres y de 29 en hombres, cuando en 1960 era de 23 para los hombres y 20 para las mujeres, de acuerdo con información del último censo marital en Estados Unidos.

Las razones por las que las personas deciden retrasar la fecha del matrimonio tiene que ver con un aspecto económico, ya que el contexto laboral a cambiado mucho en los últimos 50 años. En 1960, el 93 por ciento de los hombres en edades de 25 a 34 años trabajaban, mientras que en 2012 el porcentaje bajó más de 10 puntos, hasta colocarse en 82 por ciento.

Además, la percepción del matrimonio entre las mujeres cada vez cobra menos relevancia. En su última columna publicada, Natalie Brooke, vicepresidenta de “ Client Relationships for Resurgent Performance”, escribió: “Al matrimonio no debería de dársele más importancia que a un título universitario o a una carrera profesional”. La autora es categórica al afirmar que para casarte “no necesitas tener una capacidad especial ni mucho cerebro, sino sólo una pareja dispuesta a hacerlo”.

Características que hacen longevo un matrimonio

Las probabilidades que existen respecto a que un matrimonio sea longevo dependen de diferentes características que tienen que ver con la edad, religión y familia, de acuerdo con el Reporte Nacional de Estadísticas en la Salud.

En Estados Unidos, la probabilidad de que la primera vez que te cases sea para siempre fue mayor en mujeres educadas en “Otras religiones” (65 por ciento), seguidas de mujeres que reportaron ser “Católicas” (53 por ciento); “Protestantes” (50 por ciento) y “En ninguna religión” (43 por ciento).

Las parejas que se casan antes de cumplir 20 años tienen menores probabilidades de que su matrimonio alcance las dos décadas de duración. Respecto a las mujeres que se casan entre los 25 y los 35, tienen muchas más probabilidades de permanecer en sus primeras nupcias. Además, una mujer de 35 años con un grado académico de licenciatura tiene 84 por ciento más probabilidad de permanecer en un matrimonio mucho más tiempo que una que no tiene una carrera, según los datos de este reporte nacional.

Las probabilidades que existen respecto a que un matrimonio sea longevo dependen de diferentes características que tienen que ver con la edad, religión y familia.iStock

Infidelidad

A pesar del dinero que el gobierno estadounidense invierte en campañas para disminuir la tasa de divorcios en su población, los índices de divorcio son muy altos: uno de cada dos matrimonios terminan en divorcio.

Un estudio realizado en la Universidad de Indiana en Bloomington, investigó las causas de divorcio más comunes entre parejas casadas. La principal: la infidelidad. De los 900 participantes encuestados, el 23 por ciento de los hombres aceptó haber cometido una infidelidad mientras que el 19 por ciento de las mujeres revelaron ser infieles en su matrimonio.

La mayoría de las mujeres encuestadas identificaron como causa de su infidelidad no estar felices en su matrimonio y sentir que su pareja tiene diferentes creencias sexuales. Mientras que la mayoría de los hombres reveló ser infiel por obtener una mayor excitación sexual.

Artículo publicado originalmente en Univisión https://www.univision.com/estilo-de-vida/matrimonio/ese-desafio-llamado-matrimonio

 

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