El confinamiento por la covid-19 ha puesto a la humanidad en jaque. Nuestro cotidiano ir y venir se convirtió en encierro, y el saludo de mano se transformó en un riesgo latente de infección. La pandemia nos cambió como sociedad y nos concienció en muchos otros ámbitos. Ante la abrupta transformación que estamos viviendo, el confinamiento ha representado un momento de reflexión. Sobre esto, en mi caso, hay varias lecciones aprendidas, aquí resumidas: 1. Valora el contacto humano Después de seis meses de no acudir a ninguna reunión con amigos y amigas, de no ver a mis padres ni poder ir a su casa y despedirme con un abrazo o personalmente decirles cuánto los quiero, valoré la importancia del contacto humano y lo reparador que es un abrazo. Es algo en lo que no había pensado antes porque lo daba por sentado, era algo casi automático, más en culturas latinas, en…
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