Desde la intimidad de sus recámaras las mujeres se miraban al espejo para empolvarse en maquillaje, decorar sus ojos y arreglar su peinado. Eran los años cincuenta y estos espacios se conocían como “boudoir”, palabra francesa cuya traducción al español es “tocador”. Este término regresa para bautizar las fotografías que reflejan un acto íntimo de la mujer, con imágenes sensuales que muestran su aspecto más atractivo. La fotografía boudoir tiene sus antecedentes en las imágenes sexualizadas de mujeres que fueron conocidas en 1840, y posteriormente en la fotografía con tintes eróticos que se popularizó en el siglo veinte a partir de las postales francesas que mostraban imágenes de mujeres desnudas o con poca ropa. De la intimidad al retrato Hace treinta años que la palabra boudoir comenzó a utilizarse para definir un género fotográfico, y aunque puede tener muchos estilos y sugerir imágenes diferentes, algunos especialistas del género lo definen…
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