Teresa Chirinos es la primera peinadora que tuvo el pueblo de Juchitán. La señora de 87 años, la más grande de nueve hermanos, abrió el primer estudio de belleza en la casa de sus padres cuando tenía 16 años. En los años cuarenta cuando las mujeres sólo podían ser secretarias o maestras, Teresa optó por estudiar para ser peinadora. Viajó a Chiapas donde residía su prima Rosalinda y en un año la entrenaron para peinar. Cuando regresó a Juchitán, acopló la casa con un gran espejo y algunas sillas, compró artículos de belleza para iniciar, aprendió a utilizar los aparatos para rizar cabello de forma permanente, e inauguró el primer salón de belleza que hubo en el pueblo, “Salón de Belleza Teresita”. “Fui muy feliz trabajando. Juchitán me conoce, las personas de la tercera edad les cuentan a sus nietas que yo las arreglé el día de su boda. Peiné…
Los temblores suelen ser el barómetro para saber a quién le importas y a quién no. En una situación de emergencia esto no se pueda ocultar. Tenía un amigo que definía la relación que mantenía con su exesposa a partir de las llamadas que recibía cada vez que temblaba. Era la única comunicación que después de años de divorciarse seguía teniendo con su ex. “Solo nos llamamos cuando tiembla”, me decía sin mostrar emoción. Un sismo de fuerte magnitud es revelador. Porque no es una fecha esperada, como tu cumpleaños por ejemplo, en la que estás a la expectativa de quién te llamará y quién no, y el vacío que puede dejar un mensaje de felicitación no recibido. Un temblor irrumpe, es impredecible y la gente que se comunica contigo para saber cómo estás no lo pensó dos veces, actúa en una situación de emergencia y de genuina preocupación. AOL…